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martes, 20 de septiembre de 2016

Elecciones gallegas. Candidatos de En Marea: el empresario podemita Francisco Casal (Pancho).



Francisco Casal (Pancho), uno de los empresarios que van en
las listas de En Marea. Paradigma del retroceso ideológico
que trae consigo la deriva ciudadanista.

Buena parte del mundillo progre cultureta de A Coruña, la ciudad más burguesa de Galicia, le come en la palma de la mano. Los fans coruñeses de Podemos se pusieron a brincar como bonobos ante una banana, cuando se enteraron de que se sumaba a sus filas. Es un experimentado vendedor de feria que convenció a más de uno de que sus proyectos acabarían creando una Galiwood (cuando en 2005 anunció que se crearía el primer estudio cinematográfico gallego), un Hollywood diminuto en esta esperpéntica Grelolandia que delira y sueña desde su condición de Santa Compaña permanente. El gobierno de Fraga y el de Touriño-Quintana le colocaba la alfombra en la puerta, cada vez que visitaba la Xunta; al principio Feijóo también, pero luego llegó la crisis. Cautivó a la multimillonaria Rosalía Mera, accionista de Inditex y ex de Amancio Ortega, para que pusiera dinero en su chiringuito empresarial. Es un ejemplo del empresario dependiente como un yonqui de las ayudas y subvenciones públicas. Forma parte armoniosa de una ciudad que durante 23 años colocó sobre un pedestal al derechón Paco Vázquez, el gran cacique coruñés del PSdeG-PSOE. Se llama Francisco Casal Vidal, Pancho. Número cuatro por En Marea, prácticamente tiene asegurado su escaño en el Parlamento Galego.

Francisco Casal (Pancho), estudio Ingeniería en el elitista ICAI (Instituto Católico de Artes e Industrias), de la Universidad Pontificia de Comillas, la universidad privada de los Jesuitas. Un centro al alcance solo de los bolsillos familiares más acomodados y que como contraprestación supone luego una ventaja apreciable para colocarse profesionalmente. Pagas (si tienes) pero resuelves el futuro, así funciona el negocio de la universidad privada en la que estudian las élites. Pancho, de hecho, encontró enseguida acomodo como ingeniero de Fenosa, además por la puerta grande: en poco tiempo ascendido a director de mantenimiento de las hidroeléctricas, con solo 26 años. 

En 1988 se marcha fuera de España para hacer un máster europeo de producción audiovisual; podía permitírselo. Y entonces decide sacrificarse por Galicia. En efecto, nos dice en su autobiografía de la web de Podemos-A Coruña: "abandoné Unión Fenosa para tratar de ayudar a desarrollar una industria audiovisual propia en Galicia". Ya sabemos que los empresarios son personas así de generosas y altruistas que se sacrifican en favor de lo colectivo. Pancho Casal dejó el confortable puesto de ingeniero en Fenosa, para convertirse en un sacrificado empresario benefactor de Galicia. En una entrevista en el pro-podemista eldiario.es, declaraba: "Siempre traté de no llevar una vida cómoda y ya cuando trabajaba de ingeniero decidí dejar Fenosa y apostar por una actividad industrial basada en el audiovisual en Galicia". Esa renuncia a llevar "una vida cómoda" nos emociona tanto que hasta nos entran ganas de llorar. Enterrado el discurso de clase frente al capital (¡qué cosa más rancia era!), En Marea ha descubierto las excelencias de contar con empresarios sacrificados por la clase trabajadora y que para ello renuncian a llevar una vida cómoda, como Pancho Casal (si eres despistado, activa el modo sarcasmo). 

Su aterrizaje en el sector audiovisual gallego fue facilitado por Fraga, el gran capo del PP, por entonces presidente de la Xunta de Galicia. A mediados de los 90, cuenta Xabier R. BlancoPancho Casal envió desde Irlanda un fax a Fraga contándole sus planes. A su regreso, Fraga llamó a varios conselleiros para reunirse con él. Después de escucharlo, Fraga le dijo a sus conselleiros: "Esto nos interesa". Y los mandarines de Fraga tomaron buena nota de lo que patrón quería decir. Pancho Casal acababa de abrir de par en par las puertas de la influencia política, indispensables para recibir subvenciones y contratos.

La bendición de Fraga fue definitiva. La carrera empresarial de Pancho se basó mayoritariamente en subvenciones públicas y encargos para la televisiones públicas, sobre todo para la TVG bajo control del PP gallego. Nada extraño en una Galicia donde el clientelismo político alcanza cotas de excelencia. 

La vida empresarial de Pancho comenzó con Continental Producciones, que será su empresa matriz. Contó con una socia de lujo: Rosalía Mera, la ex esposa de Amancio Ortega, empresaria y accionista de Inditex, a quien la revista Forbes llegó a considerar como la mujer más rica de España y la tercera mayor fortuna del país; "una persona progresista"decía de ella Pancho Casal.

Posteriormente aparecen dos nombres de otras tantas empresas vinculadas a él: Grupo Continental Producciones y Costa Oeste Producciones. Esta última se constituye (el 22/2/99) con similares objetivos: su objeto social es la "producción de películas cinematográficas, producción de productos audiovisuales, servicios de comunicación comercial, creación y ejecución de campañas publicitarias y programas de TV". Según anuncio legal publicado en El Economista el 28-4-2008, su junta extraordinaria decidió transformar la sociedad anónima Costa Oeste en una sociedad limitada. 

Al margen de las muchas subvenciones recibidas de organismos públicos y contratos con entes públicos, Continental Producciones tuvo el estimable apoyo financiero de la propia Xunta de Galicia, al participar ésta como accionista a través de los fondos públicos de capital riesgo (SCR) gestionados por Xesgalicia (véase en El País, 22-1-2012, "El 63% de las empresas con capital de la Xunta pierde dinero"). Estos fondos públicos se invertían en empresas de "empresarios de reconocida solvencia profesional". La de Pancho Casal fue una de las 60 sociedades que en 2012 aparecían participadas con capital público de la Xunta a través de Xesgalicia, lo cual implicaba tener buenos contactos políticos. En la mayoría de los casos esto significó sencillamente regalarle dinero público a los empresarios a cambio de nada, para que encima luego dejen a los trabajadores en la calle

En enero de 2013, el Grupo Continental y sus empresas participadas Continental Producciones (empresa matriz) y Costa Oeste Producciones, entran en concurso voluntario de acreedores. Había explotado la burbuja. La teta pública ya no daba leche.

En el portal de expansion.com, el último dato que aparece sobre Continental Producciones establece un perfil con un nº de empleados entre 11 y 50 y una facturación entre 1.000.000 € - 2.500.000 €. En la base de datos de einforma.com, fija el volumen de ventas en 2005 de Costa Oeste en 1 millón de euros. Son apenas un par de datos para que nos hagamos una idea.

A pesar de esa bendición inicial de Fraga de la que hablábamos, Pancho no obstante políticamente supo nadar y guardar la ropa. Aunque en la entrevista citada, declara que aterrizó en Podemos porque "Estaba harto de criticar desde el sofá", en realidad siempre supo llevarse bien con dios y con el diablo y no entrar en conflicto político con el partido que gobernase en cada momento. Por encima de todo, él es del partido Subvenciones de lo Mío. Recibió de Fraga y luego recibió del gobierno bipartido PSOE-BNG encabezado por Pérez Touriño, cuando Anxo Quintana se empeñaba en crear un clúster de empresarios gallegos amigos de la causa, a base de inyectarles dinero público. Mojarse políticamente es malo para los negocios que se basan en recursos públicos, debía de pensar este productor coruñés. En Madrid, a Pancho no le fue mal con la administración de Aznar, tampoco con la de Zapatero; y en Santiago, no le fue mal con Fraga y tampoco con Touriño. Eran tiempos en los que el dinero público fluía a raudales a empresas como la suya, avaladas además por una eficaz red de contactos políticos e influencias. Pero llegó la crisis, ya con Feijóo. Los recortes cerraron el grifo de las subvenciones públicas y su chiringuito empresarial entró en barrena. Solo entonces Pancho descubre su interés por la política electoral y, sobre todo, encuentra un partido perfecto que parece hecho a su medida: Podemos. Colocado de nº 4 por A Coruña, el empresario Francisco Casal tiene todas las cartas para convertirse en diputado.

En la web de En Marea, en su perfil como candidato, Pancho valora su participación diciendo "Aportando mí experiencia y trabajando para conseguir un cambio de modelo productivo en nuestro país, hacia el bien común". Si el modelo productivo es el que ha caracterizado a sus empresas, mal va Galicia: empresas privadas que viven mayoritariamente de la teta pública, de concesiones y contratos con entes públicos que tienen lugar en un exclusivista circuito de clientelismo, en el que la frase que más se escucha es 'qué hay de lo mío'. En cuanto a lo de "aportar su experiencia", estamos seguros de que será algo muy útil cuando sea diputado; lo que ya no está tan claro es si será útil para Galicia o apenas útil para él, y nos inclinamos a pensar esto último.

En la web de Podemos-A Coruña, Pancho se tira de la moto, diciendo que sus proyectos empresariales "supuxeron a creación de máis de 10.000 postos de traballo". En otro momento, en declaraciones recogidas en La Opinión en enero de 2013, "asegura que durante los últimos ocho años generó en Galicia 4.000 puestos de trabajo mediante sus producciones". ¿Diez mil puestos de trabajo creados? ¿Cuatro mil?... Todos los portales especializados que consultamos, coinciden en señalar la franja entre 15 y 50 empleados de la empresa matriz de Pancho Casal. La realidad poco importa, porque siempre habrá ilusos que crean la pinochada de autobombo del empresario podemita.

La suspensión de pagos fue justificada por Pancho alegando retrasos en el cobro de las subvenciones públicas y de los contratos suscritos con compañías de televisión durante el último año. Lo cual es un reconocimiento de que sus empresas vivían casi exclusivamente del dinero público. También se quejaba de los bancos, que ya no conceden créditos. El escándalo de las cajas gallegas, que trajo la condena de la mayoría de sus ex-directivos, tuvo un efecto dominó en toda la burbuja empresarial gallega.

En diciembre de 2011, dos años antes de entrar en concurso de acreedores, un Pancho Casal plañidero reconocía en una entrada de su blog que su "modelo de negocio está agotado". Un "modelo de negocio" que consiste, o consistía, en ser empresario a golpe de inyección de dinero público. En esa misma entrada de su bitácora personal, volvía a hacer hincapié en su condición de persona que se convierte en empresario para sacrificarse por lo colectivo: "¿Hice bien al renunciar a mi carrera como ingeniero?; ¿hice bien al renunciar a tantos cargos que me han ofrecido?; ¿hice bien al no aceptar dedicarme a dar clases universitarias con sueldo público?; ¿como voy a colaborar con mi familia a partir de ahora?". Así se expresaba entonces Pancho Casal. Pero el destino le sonrió y si la burbuja empresarial había explotado, una nueva burbuja, esta vez política, no tardaría en aparecer sobre el horizonte: Podemos. Un nuevo "modelo de negocio"... al menos para algunos.


A Coruña, campaña electoral 26J-2016. Pancho Casal (Podemos), con la valenciana Mónica Oltra (Compromís), aquella que pretendía convencernos de que existe un sionismo bueno.


*   *   *

¿Qué tiene que ver este tipo de candidatos con la izquierda? Realmente nada. Son expresión de una deriva y retroceso ideológicos que comenzó con Podemos. Las coordenadas ideológicas de este circo son las mismas que las del PSOE de toda la vida, con la diferencia de que se presentan como un producto no usado.


Uno de los productos de Continental Producciones para TVG, pagado por la Consellería de Industria de la Xunta. "Camaleo" es camaleón. Nunca mejor dicho...


Pulsa en los enlaces para acceder a las entradas que desarrollan el apartado de perfil político de los candidatos de En Marea:
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5 comentarios:

  1. De los jesuitas,entonces sabéis sí milito en la ORT.?

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  2. Buenísimo. Estos escritos en los que se desnuda a esta chusma que habla en nombre de la izquierda son fundamentales para mantener viva la llama de la dignidad ideológica.

    Me encanta ver a la trepa Mónica Oltra (ex de Esquerra Unida del País Valencià) tan bien acompañada.

    La izquierda española (o lo que queda de ella) es muy parecida a la derecha y a la extrema derecha.

    Pena.

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  3. Una aclaración.
    Soy una persona NORMAL que estudió en el ICAI. Estudié ingeniería industrial.

    Empezamos primero de carrera unos 300, y acabamos quinto 14 personas. 14 personas.

    De estas 14 personas, sólo un compañero y yo compaginamos estudios con trabajo.

    Se pagaba cada mes 30.000pts, año 1996. Treinta mil pesetas en el año 96 no era ni mucho ni poco. Eso sí, te aseguro que no es 'elitista'. Y a cambio, recibes un profesorado volcado en enseñarte, en que aprendas. Pendientes de que tires para delante. Disponibles para dudas, etc.

    Quizás, en el ICADE sea otra historia. Pero te aseguro que el ICAI no tiene nada de elitista; eso sí, para entrar hay que pasar un corte de conocimientos y no de 'pasta'.

    Por otro lado, ... os sorprendería que en esa Universidad se enseñara asignaturas como Pensamiento Social Cristiano, que recoge los pensamientos más a la izquierda de la iglesia. O también Introducción al Hecho Religioso, que enseñaba las religiones del mundo (Musulman, Judios, Cristianismo, Budismo,...) y nada hablaba del catolicismo.

    Yo, como buen ateo, me quedo con lo positivo; y en tu blog es mucho. Pero del ICAI creo que no conoces todo.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Una aclaración.
    Soy una persona NORMAL que estudió en el ICAI. Estudié ingeniería industrial.

    Empezamos primero de carrera unos 300, y acabamos quinto 14 personas. 14 personas.

    De estas 14 personas, sólo un compañero y yo compaginamos estudios con trabajo.

    Se pagaba cada mes 30.000pts, año 1996. Treinta mil pesetas en el año 96 no era ni mucho ni poco. Eso sí, te aseguro que no es 'elitista'. Y a cambio, recibes un profesorado volcado en enseñarte, en que aprendas. Pendientes de que tires para delante. Disponibles para dudas, etc.

    Quizás, en el ICADE sea otra historia. Pero te aseguro que el ICAI no tiene nada de elitista; eso sí, para entrar hay que pasar un corte de conocimientos y no de 'pasta'.

    Por otro lado, ... os sorprendería que en esa Universidad se enseñara asignaturas como Pensamiento Social Cristiano, que recoge los pensamientos más a la izquierda de la iglesia. O también Introducción al Hecho Religioso, que enseñaba las religiones del mundo (Musulman, Judios, Cristianismo, Budismo,...) y nada hablaba del catolicismo.

    Yo, como buen ateo, me quedo con lo positivo; y en tu blog es mucho. Pero del ICAI creo que no conoces todo.

    Un saludo

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