Aclaración importante

ACLARACIÓN. El blogdelviejotopo no está relacionado con la revista El Viejo Topo. Pese a utilizar también la metáfora "viejo topo" en el nombre, el blog es completamente ajeno a la revista, cuya dirección es www.­elviejotopo.­com / Sobre el significado del término "viejo topo" en la tradición marxista, consúltese http://blogdelviejotopo.blogspot.com.es/2013/06/el-termino-viejo-topo-en-la-tradicion.html

jueves, 30 de octubre de 2014

Contra la izquierda intelectual postmoderna: E.P. Thompson, la centralidad política de la clase y la izquierda académica actual.


Lucha de clases. Mural del mexicano Diego Rivera, representando a Marx dirigiéndose al proletariado. Ciudad de Mexico, Palacio Nacional.




¿Y ahora qué sucederá? ¡Bah! Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá cambiado.
Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957), El gatopardo.


Introducción del blog

El auge del partido Podemos y el freno del tímido avance ideológico que se estaba dando en la izquierda, mismo también el titubeo ideológico de algunos sectores de Izquierda Unida, hacen que la reflexión sobre la arquitectura conceptual básica que ha dado razón de ser a la izquierda, adquiera una especial urgencia. Especialmente un grupo de académicos, vinculados la mayoría a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM, con apoyo de la industria mediática controlada por el capital, ha promocionado un exitoso discurso, caracterizado por el abandono de esa arquitectura conceptual. El concepto de clase deja lugar a la vaporosa e interclasista idea de ciudadanía; la dicotomía explotadores vs. explotados da paso a una contraposición moralista carente de rigor empírico: la gente decente frente a los que no son decentes. Mismo se llega a coquetear con un axioma que desde siempre ha sido una espina dorsal en el discurso de los fascismos y populismos: "no somos ni de derechas ni de izquierdas". Todo ello pretende legitimarse en aras de una mal entendida pedagogía política; niego que en ello exista algo de la necesaria didáctica social.

Sobre ese nuevo escenario, cuidadosamente cultivado por ciertos medios que -no olvidemos- defienden los intereses del capital, se entierra la lucha de clases en aras de un interclasismo que promete el regreso a una nueva arcadia capitalista, a la que sin duda se bautizará con algún eufemismo para seguir evitando utilizar el término "capitalismo".

No es la primera vez que los académicos desempeñan un rol relevante como bomberos sistémicos. Durante la Transición demostraron todo su saber hacer como fontaneros intelectuales al servicio del PSOE. El caso es que el papel que están desempeñado de nuevo ciertos académicos vinculados ahora a Podemos, convierte en una lectura muy de actualidad un artículo publicado en inglés por Ellen Meiksins Wood hace un año en Solidarity; artículo que en las mismas fechas tradujo y publicó en castellano la revista Sin Permiso, de donde hemos tomado el texto que reproducimos más abajo.

Ellen Meiksins Wood hace una crítica a la deriva ideológica de la izquierda académica, a la que acusa de reforzar la "construcción neoliberal del universo social". Crítica que le permite a su vez reivindicar la posición intelectual y académica de E.P. Thompson y de su análisis del capitalismo.

En torno a E.P. Thompson

E.P. Thompson
El británico Edward Palmer Thompson (1924-1993) fue de los historiadores marxistas más importantes del s. XX. Militante del Partido Comunista británico, en 1946 formó el llamado Grupo de Cambridge, constituido por historiadores miembros o simpatizantes del Partido Comunista, entre los que figuraba otro "grande": Eric Hobsbawm.

Es preciso distinguir el Thompson historiador del Thompson político-activista. Como historiador, su trayectoria es indiscutible y de un valor fuera de dudas. No ocurre lo mismo con aquello que tiene que ver con la evolución de su posicionamiento político. Thompson abandonó el Partido Comunista en 1956 y a partir de ahí adoptó una postura que en líneas generales puede ser calificada de anti-soviética o, cuando menos, de una hostilidad muy marcada hacia la URSS. Tanto que llega ser incluso colocado baja la sospecha de colaborar con el imperialismo. Esto último es agua pasada y lo que nos interesa, por su vigencia, es sobre todo ese otro Thompson historiador y teórico del marxismo.



*   *   *

E.P. Thompson, la centralidad política de la clase y la izquierda académica actual.
Ellen Meiksins Wood
“Estos nuevos guerreros no clasistas de cierta izquierda académica actual aceptan en la práctica la construcción neoliberal del universo social. Tampoco para ellos hay clases o política de clases; simplemente, un mundo postmoderno en el que la fragmentación, la diversidad y las identidades ‘múltiples’ han acabado con las viejas solidaridades de clase.”

Todavía existía una importante cultura anticapitalista en la izquierda intelectual cuando en el año 1963 E.P. Thompson publicó  The Making of the English Working Class; esa cultura  floreció con fuerza entre el grupo de los historiadores marxistas británicos, aquel destacado círculo al que pertenecía Thompson. Durante poco más de una década,  a pesar de (o quizás debido a) las erupciones militantes del 68 y de algunas espectaculares luchas obreras  unos  años más tarde, la vida intelectual de la izquierda occidental fue moldeada por una actitud de rendición ante el capitalismo y por un “olvido de la clase”.

La moda académica más influyente en la izquierda, comenzando con el postmarxismo y culminando con el postmodernismo, parece ahora –para bien o para mal— aferrada a un principio, según el cual el capitalismo era la única opción viable y la lucha de clases ya no está en la agenda.

Estas modas iniciaron su camino en los tardíos 70 y se desarrollaron más o menos en paralelo con la “Nueva Derecha” y el neoliberalismo. Justo cuando los gobiernos impulsados por la doctrina neoliberal estaban llevando a cabo una guerra abierta de clases en nombre del capital y en contra del trabajo, el concepto de clase declinaba. En Gran Bretaña, por ejemplo, mientras el gobierno de Margaret Thatcher ponía en práctica su despiadada lucha de clases contra los trabajadores, su propia estrategia retórica consistía en negar la existencia misma de las clases.

Esa estrategia ideológica es más alarmante aún porque reaparece en la izquierda intelectual como una imagen en el espejo. Y no solamente ocurre con el postmarxismo. Incluso el Marxism Today,  la revista teórica de moda del partido comunista británico que inventó el concepto de “thatcherismo”, se suma entusiásticamente al “repliegue del concepto de clase”.

Estos nuevos guerreros no clasistas de izquierda aceptan en la práctica la construcción neoliberal del universo social. Tampoco para ellos hay clases o política de clases; simplemente un mundo postmoderno en el que la fragmentación, la diversidad y las identidades “múltiples” han acabado con las viejas solidaridades de clase.

Muchos piensan, es cierto, que puede ser una estrategia para librar las luchas necesarias frente a  formas de opresión distintas, especialmente las relacionadas con el género y la raza. Pero hay algo más en ese repliegue  –quizá deberíamos decir algo menos– que un interés en  formas alternativas de lucha; y ese abandono del concepto de clase no puede simplemente atribuirse al declinar del movimiento obrero en los 70 y 80. El repliegue del concepto de clase, que comparten algunos sectores de la izquierda intelectual, tiene otras raíces que le preceden. [1]

Los intelectuales de izquierda más decididos a abandonar el concepto de clase también se inclinan a sugerir que no tenemos necesidad de confrontar con el capitalismo como una totalidad sistémica, porque no existiría algo así como un sistema capitalista –si es que alguna vez existió— en la nueva realidad fragmentada. Nos cuentan que se está dando una tremenda expansión de la “sociedad civil” que amplía considerablemente el abanico de nuestras elecciones individuales. El modo de combatir a las doctrinas liberales consistiría aparentemente en aceptar sus supuestos básicos y tratar de vencerlos en su propio juego retórico.

La crisis capitalista real

Nos enfrentamos hoy a un capitalismo real con características que no conocíamos desde hace mucho tiempo. Desde la crisis de 2008 y del desastroso proyecto de austeridad que le siguió, es casi imposible desconocer los brutales efectos sistémicos del capitalismo o las crudas realidades de las clases.

Ha habido algunos signos alentadores de nuevos movimientos contestatarios, como el movimiento “Occupy”, que si bien no han cristalizado aún en un movimiento político coherente, sin embargo comenzaron a cambiar el discurso sobre las consecuencias del capitalismo y las desigualdades de clase. Pese a ello, gran parte de la izquierda intelectual ha perdido el hábito, los medios o incluso la voluntad de oponerse al capitalismo, no sólo en la práctica sino también en la teoría.

Por eso pienso que es el momento indicado para revivir a Edward Thompson. No solamente porque Thompson es, probablemente más que cualquier otro historiador, quien le dio vida a los procesos de la formación y lucha de clases, sino también porque aún más que cualquier otro historiador y quizás incluso que cualquier académico o escritor, Thompson fue quien con más claridad definió al capitalismo como una forma social históricamente específica –no como una ley de la naturaleza—, obligándonos a verlo con distancia crítica y antropológica.

Y esto tiene una importancia  hoy, pues hace mucho tiempo que hemos adquirido el hábito de considerar el capitalismo como dado, como si se tratara de algo tan universal e invisible como el aire que respiramos. Thompson desafió los presupuestos básicos del capitalismo, entendiéndolo como un conjunto de prácticas sociales y principios morales y estudiando su desarrollo como un proceso en lucha constante.

No sólo mostró este proceso en su libro La formación de la clase obrera en Inglaterra, sino también en otros trabajos, por ejemplo en su clásico ensayo Moral Economy of the Crowd en el que sigue las pistas de las luchas contra de la racionalidad del mercado, impuesta a pesar de la resistencia de grupos con costumbres y expectativas distintas y con diferentes concepciones del derecho a la subsistencia; o su ensayo Custom, Law, and Common Right, en el que nos muestra el modo en que las definiciones de propiedad fundadas en la productividad para el beneficio capitalista se afianzaron a costa de las prácticas prevalecientes y las concepciones de derecho al uso; o su ataque –especialmente en su ensayo  “Time, Work Discipline and Industrial Capitalism”— al concepto de “industrialización” y su insistencia en la especificidad del capitalismo industrial como un modo históricamente indexado de explotación –no como un proceso neutral de cambio tecnológico—, con efectos que afectaron a las prácticas laborales y también a algo mucho más central para nuestra vida cotidiana, que es nuestra experiencia del tiempo. [2]

El abordaje thompsoniano de la historia resume lo que creo es la esencia del materialismo histórico, una aproximación que arroja luz sobre la teoría y la práctica, sobre la historia y la política. Si bien Thompson intenta evitar el lenguaje teórico, su trabajo histórico siempre me ha parecido tan fértil para la teoría como iluminador para la historia.

Según Thompson, el conocimiento teórico no lo es acerca de una “representación conceptual estática”, sino sobre “conceptos apropiados para investigar los procesos”. Esto significa, entre otras cosas,  que no existe esa suerte de sencilla antítesis entre historia y teoría o entre lo empírico y lo  teórico en la que insisten algunas corrientes muy influyentes del marxismo.

El desafío, según Thompson, consiste en captar e iluminar los procesos históricos, no considerar a la clase como una ubicación estática en una estructura de “estratificación”, sino como un proceso y una relación social. Para decirlo con otras palabras, Thompson se tomó en serio la idea de Marx de que el materialismo histórico se ocupa de la “actividad práctica” humana, de la agencia humana, con los apremios que imponen las condiciones históricas y sociales específicas. Eso es lo que lo convierte en un analista tan efectivo del capitalismo entendido como un terreno en disputa y blanco de lucha.

NOTAS:
[1] Discuto este tema en detalle en mi  “A Chronology of the New Left and Its Successors, or: Who’s Old-Fashioned Now?”, Socialist Register 1995, 22-49 y en el Prefacio a la edición de 1998 de mi Retreat from Class
[2] Estos ensayos están incluidos en Customs in Common: Studies in Traditional Popular Culture (New York: New Press, 1993).

Ellen Meiksins Wood ha sido durante muchos años profesora de Ciencia y Filosofía Políticas en la York University de Toronto, Canadá. Entre 1984 y 1993 estuvo en el comité editorial de la New Left Review británica, y entre 1997 y 2000 coeditó, junto con Paul Sweezy Harry Magdoff la revista norteamericana Monthly Review. Filósofa e historiadora marxista y feminista mundialmente reconocida, ha realizado contribuciones fundamentales en el campo de la Filosofía Política, de a Historia de las ideas políticas y de la Historia política y social. Sus últimos libros publicados: Citizens to Lords. A Social History of Western Political Thought from Antoiquity to the Middle Ages (Verso, Londres, 2008) y The Origin of Capitalism. A Longer View (Verso, Londres, 2002). Actualmente, reside en Londres.

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Fuente original y enlace: "Recovering the Centrality of Class", en Solidarity, sep-oct 2013.
Traducción, fuente de la traducción y enlace: María Julia Bertomeu, revista Sin Permiso, 15-sep-2013.
Negrita, imágenes, introducción y reseña biográfica sobre E.P. Thompson: añadidos del blog del viejo topo que no figuran en la traducción de Sin Permiso.

lunes, 27 de octubre de 2014

Karl Marx: El Capital. Versión manga


El Capital. Versión manga. Ed. Herder.


«El capital es trabajo muerto que sólo se reanima, a la manera de un vampiro, al chupar trabajo vivo, y que vive tanto más cuanto más trabajo vivo chupa.»




Hace algún tiempo, la Editorial Herder comenzó a publicar una serie de clásicos en versión manga, con una finalidad didáctica y lúdica a la vez: Así habló Zaratustra (Nietzsche), El Príncipe (Maquiavelo), El Arte de la Guerra (Sun Tzu), La divina comedia (Dante), Ilíada y Odisea (Homero), El contrato social (Rousseau), etc. En 2013 editó la versión en manga de El Capital, de Karl Marx. El precio de venta oscila entre los 10 y 15 euros, dependiendo de la obra. En el caso de El Capital su precio es de 15 euros (son casi 400 páginas).

El Capital en manga, es la traducción del original publicado en 2008 en Japón. Se trata de una forma didáctica y amena de enseñar uno de los textos más influyentes de la Historia y que no resulta fácil de explicar. En este sentido, el esfuerzo didáctico realizado por los autores es ejemplar, aunque no sabemos quiénes han sido los autores de la adaptación a cómic porque no se mencionan en la publicación, lo cual sorprende mucho.

Tenéis una reseña de la obra en la revista cultural Tarántula

Descarga en formato pdf ---> Puedes descargar la obra del archivo en Dropbox del blog del viejo topo, en formato pdf  y en dos partes, en los siguientes enlaces:

  1. Karl Marx El Capital Manga volumen 1
  2. Karl Marx El Capital Manga volumen 2


Introducirse en el marxismo

Es un libro manga muy interesante para jóvenes (o no tan jóvenes) que deseen introducirse en la compleja obra que resulta El Capital. Nuestro consejo, para aquellos que saben poco o nada de marxismo, es que simultáneamente lean y consulten alguna obra básica de divulgación e introducción a Marx. Por ejemplo sugerimos una obra que ya hemos comentado en este mismo blog en la entrada Rincón del Libro. Materiales formativos: "Acercarse a CARLOS MARX. Actividades y prácticas". En este caso se trata de una obra editada por la Fundación de Investigaciones Marxistas (www.fim.org.es) en colaboración con la editora andaluza Atrapasueños. Pertenece a la Colección Marx para Jóvenes. Está disponible en versión de libro impreso y en formato digital. La edición digital se distribuye gratuitamente con una licencia Creative CommonsPulsa en el siguiente link para descargar en pdf el libro Acercarse a Carlos Marx. Actividades y prácticas.

Otra obra divulgativa y de iniciación al marxismo es una obra clásica escrita por la chilena Marta Harnecker: Los conceptos elementales del materialismo histórico. A pesar de la críticas que se le han hecho, hemos de tener en cuenta que es un texto divulgativo y que cumple sobradamente con su función. Pulsa en el siguiente link para descargar en pdf el libro Los conceptos elementales del materialismo histórico.

Como muestra de la versión manga de El Capital, os ofrecemos unas cuantas páginas que hemos escaneado, y que corresponden al apartado "Las contradicciones de la sociedad capitalista". Si has leído esta obra, te agrademos que nos mandes tu opinión en un comentario, en relación con una pregunta: ¿consideras que tiene ese valor didáctico y que resulta adecuada para un público joven que sabe poco o nada de marxismo? 






















Descarga en formato pdf ---> Puedes descargar la obra del archivo en Dropbox del blog del viejo topo, en formato pdf  y en dos partes, en los siguientes enlaces:
  1. Karl Marx El Capital Manga volumen 1
  2. Karl Marx El Capital Manga volumen 2

domingo, 26 de octubre de 2014

La decisión de Tania Sánchez. Primarias en IUCM.






Tania Sánchez Melero. Diputada de IU en la Asamblea de Madrid. Se presenta a las elecciones primarias que han de elegir candidato/a para las elecciones autonómicas en Madrid. 

Personalmente no comparto la lógica de un sistema de primarias en el que pueden votar personas no militantes. Pero no quiero tocar ese tema ahora. Tampoco voy a entrar en consideraciones que tengan que ver con el posicionamiento de Tania Sánchez en el tablero del ajedrez político de IUCM. Y tampoco quiero entrar en valoraciones de tipo ideológico. A pesar de que me encantaría pronunciarme en detalle sobre esas tres cuestiones, quiero centrarme exclusivamente en un tema de naturaleza ética.

Como ella misma reconoce, Tania Sánchez es asidua a determinados programas de TV. En su blog cita varios de estos programas: Al rojo vivo, Las mañanas de Cuatro, El programa de Ana Rosa o La Sexta noche.

Los medios son una industria, un negocio... Pero también tienen una clara función de instrumentos configuradores de la opinión pública (en lenguaje marxista, son instrumentos de reproducción de la ideología dominante) y de control político. Una de las formas en la que los medios ejercen dicho control, es promocionando a unos políticos en detrimento de otros. Incluso hasta se permiten decidir qué políticos van a promocionar de una organización como es Izquierda Unida. 

Al margen de cualquier otra consideración, me pregunto si resulta ético que Tania Sánchez siga participando asiduamente en programas televisivos (que entre otras cosas le permiten su promoción política) mientras dure el proceso de elecciones primarias

Es posible que el impacto que pueda tener su aparición en la TV entre la militancia de IU, sea relativo, ya que el proceso de toma de decisiones por parte de los militantes se basa en variables bastante independientes de lo que pueda o no aparecer en TV. Pero no olvidemos que en estas elecciones podrán votar personas que no son militantes. El conocimiento que estas otras personas tienen de la realidad de IU y de la adecuación de los candidatos a las ideas y programas que defiende la organización, es mínimo. De manera que la opinión de aquellos que siendo ajenos a IU podrán votar, en buena medida sí estará muy condicionada por la imagen mediática de los candidatos.

En este sentido, la aparición insistente de un candidato en tertulias de TV (Tania Sánchez) supone una ventaja que rompe las condiciones de igualdad que deben darse entre los distintos candidatos en un proceso de esta naturaleza. Unas elecciones en las que una parte se beneficia de un apoyo mediático que es negado a otras partes, no son elecciones del todo limpias y tienen su parte de tongo, en tanto ese factor de desigualdad pudiera resultar decisivo en los resultados.

Aunque Tania Sánchez ha recibido peticiones para que suspenda sus apariciones televisivas mientras dure el proceso electoral, parece que se ha negado a ello. Por ello, la decisión de Tania Sánchez opino que choca con la ética política que debe imperar en la izquierda y en una organización como es IU. Rechazar la igualdad de condiciones, bien pudiera ser interpretado como ansia de poder, como un todo vale, y no es eso. ¿Qué credibilidad tendrá su mensaje de renovación si comienza actuando de una manera que parece poco ejemplar?

Sin entrar en otras valoraciones, creo que Tania Sánchez se equivoca en su decisión de no suspender temporalmente sus intervenciones en las tertulias televisivas. Ni resulta justo ni ético ese proceder. La izquierda es siempre la defensa de la igualdad. En las primarias de IUCM, no habrá igualdad de condiciones. Será un proceso viciado y sesgado cuando menos en parte. El tema puede ser abordado desde diferentes dimensiones. Apenas subrayo una, la más importante: la ética.

@VigneVT
blogdelviejotopo.blogspot.com.es

miércoles, 22 de octubre de 2014

Los medios y la OTAN: a propósito de Periodistas comprados (Gekaufte Journalisten), de Udo Ulfkotte.


(C) Imagen: blu-news.org, tomada de News 02elf: Los medios de comunicación son la herramienta más importante de la élite dominante para manipular a las masas. Forman opiniones y actitudes y definen lo que nuestra sociedad considera "normal" y de aplicación.




"El periódico sirve como una prostituta a los intereses de Washington, mediante la manipulación de sus lectores en beneficio de los Estados Unidos"
Udo Ulfkotte


Los medios de comunicación alemanes como agencias de propaganda de la OTAN. 

Sin duda, lo revelado por Udo Ulfkotte en su libro Periodistas comprados (Gekaufte Journalisten), resulta tan escandaloso que no llegamos a explicarnos cómo una vez conocido este affaire, puede pasar de puntillas delante de la opinión pública y sin levantar apenas crispación. Que prestigiosos analistas y periodistas expertos en conflictos y política internacionales, escriban a sueldo del Imperio, es una sospecha que se tiene desde que se pierde la inocencia política. Pero lo novedoso, lo que no ocurre todos los días, es que aparezca uno de esos mercenarios de la pluma que, adoptando el papel de arrepentido, desvele la trama cuya existencia sospechábamos. Y que eso no acapare titulares, y por tanto que apenas llegue más que a un sector reducido del público, resulta tan incomprensible como ilustrativo del papel de complicidad de los medios.  

La mayor parte del público, tiene una imagen de la realidad forjada a partir de la información y discurso que elaboran los grandes medios de comunicación. Esta socialización vía medios, consigue una opinión pública favorable a decisiones políticas y militares que tienen lugar como defensa de los intereses económicos de grandes corporaciones. De ahí el carácter social y políticamente estratégico que tiene el control de la opinión pública para los que ejercen el poder con mayúsculas. Y para eso están los medios, pero es preciso que haya ejecutores que escriban y hablen, que nos cuenten y expliquen la necesidad de bombardear Yugoslavia, de intervenir en Libia, en Irak o en cualquier otro país soberano rico en recursos petrolíferos, de imponer la democracia a cañonazos o simplemente de dar apoyo a un régimen golpista que se levanta bajo estandartes nazis (caso de Ucrania). Sin esos ejecutores, no sería posible esa función de control de la opinión pública que ejercen los medios sistémicos. Ellos son los cocineros de la "verdad", de la "realidad" que la gente percibe. En definitiva, son los que preparan a la opinión pública para la aceptación de la guerra y legitimar así el imperialismo y el nuevo colonialismo del Imperio y de sus estados acólitos del eje atlantista.

Udo Ulfkotte fue uno de tales ejecutores de la pluma. Arrepentido, ha decidido contar todo lo que sabe y todo lo que ha vivido durante años de ejercicio profesional, trabajando para el más poderosos grupo de comunicación alemán, el FAZ (Frankfurter Allgemeine Zeitung). Reconociendo su participación en este escándalo de manipulación de la opinión pública, Udo Ulfkotte nos dice (citado en El Mundo):
"Me avergüenzo de ello, me encontré sin quererlo apoyando el belicismo como una extensión del largo brazo de propaganda de la OTAN, y lo único que puedo hacer para reparar ese mal es contar toda la verdad".
También afirma encontrarse "preparado para asumir las consecuencias que seguramente tendrá para mí la publicación de este libro" (citado en El Mundo).

Udo Ulfkotte viene a desvelar algo que es necesario hacer llegar a todos los rincones de la opinión pública, por mucho que la gente se sorprenda y le cueste asumirlo. Como dice Manuel Ochsenreiter, redactor jefe del periódico alemán Zuerst, al hablar del libro (citado en RT):
"Mucha gente que no sabe mucho sobre cómo funciona el periodismo en Alemania o en Occidente en general se sorprenderá. Para los que todavía creen en la independencia y la libertad de nuestros medios leer este libro, sin duda alguna, será un choque".
Presentamos la reseña del libro publicada en la web de la editorial alemana, junto con un breve artículo publicado en castellano por RT. Presentamos también un apartado biográfico sobre el autor que, como podréis leer, está cargado de contrastes. Finalmente, un pequeño comentario acerca de la desconfianza que nos inspira no el contenido pero sí el autor.



Udo Ulfkotte recibió en 2003 el premio cívico de la Fundación Annette Barthelt, por su trabajo como editor del Frankfurter Allgemeine Zeitung para los temas de Medio Oriente y África y los temas sobre "terrorismo". El premio se concede a personalidades destacadas en la lucha contra el "terrorismo". En la imagen aparece a la izquierda, hablando con el ministro del Interior de Baviera, Günter Beckstein, en el Club de Prensa de Bonn en 2003, durante el acto de entrega del premio. En aquella época, Udo Ulfkotte actuaba como propagandista de los intereses de la OTAN, tal como acaba de reconocer en su libro. Foto: Fundación Annette Barthelt.

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Reseña del libro Periodistas comprados (Udo Ulfkotte)


Gekaufte Journalisten (Periodistas comprados)
Título: Periodistas comprados (Gekaufte Journalisten).
Autor: Udo Ulfkotte.
Idioma: alemán.
Editorial Kopp Verlag, 2 ª edición (11 de septiembre de 2014).
Traducción a otros idiomas: no tenemos constancia por el momento. Suponemos que se editará al menos en inglés.
Fuente original en alemán de esta reseña: web de la propia editorial Koop VerlagReproducida también en la web del libro: www.gekaufte-journalisten.de
Traducida al castellano para blog del viejo topo: Tucholskyfan Gabi

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¿Conocen ustedes esa sensación de que los medios a menudo nos vienen a manipular y engañar? ¿Sí? Entonces les pasa lo mismo que a la gran mayoría de los alemanes. Hasta ahora eran consideradas “teorías conspiracionistas” el pensar que los medios de primera fila o “alfa” no tienen otro propósito que manipularnos a los ciudadanos. Ahora nos descubre un auténtico ‘insider’ lo que realmente está pasando entre bambalinas. 

El periodista Udo Ulfkotte se arrepiente de  haber trabajado durante 17 años a los servicios del Frankfurter Allgemeine Zeitung. Antes de descubrirnos los secretos entramados del poder, se somete a una severa autocrítica. Por primera vez, nos documenta cómo a cambio de sus informes en el Frankfurter ha recibido sobornos aumentando, de este modo, la corrupción. Y nos desvela por qué los líderes del sector mediático informan de manera interesada y tendenciosa, y cómo el largo brazo de la oficina de prensa de la OTAN se dedica a preparar con sus medios la/s guerra/s. Huelga decir que el autor de este libro fue admitido en las redes de las organizaciones norteamericanas de élite, recibiendo hasta la ciudadanía de honor en los Estados Unidos a cambio de las favorables informaciones que facilitaba. 

En este libro pueden ver ustedes qué periodistas están representados en qué organizaciones lobbyistas. El autor nos  facilita cientos de nombres y nos refiere su mirada de insider en aquellas organizaciones que vienen a incidir unilateralmente en nuestros medios con fines propagandísticos, como son Atlantik-Brücke [el Puente Atlántico], Trilaterale Kommission [la Comisión Trilateral], German Marshall Fund [el Fondo Marshall para Alemania], American Council on Germany [el Consejo Americano sobre Alemania], American Academy [Academia Americana], Aspen Institute  [el Instituto Aspen] y el Institut für Europäische Politik [el Instituto para la Política Europea]. El autor nos descubre además los trasfondos secretos de los grupos de lobby, las técnicas de propaganda y los formularios con los que se solicitan en las embajadas de los EE.UU. las subvenciones para proyectos que concretan la manipulación de la opinión pública alemana.

Si la CIA nos dicta lo que tenemos de escribir. 

¿Se imaginan ustedes que los agentes de los servicios secretos entran en las redacciones para redactar, ellos mismos, los textos que, luego, aparecen en la parte editorial firmados por periodistas de renombre? ¿Saben ustedes cuáles de los periodistas y de qué medios han sido sobornados por sus informes? ¿Y tienen ustedes una idea aproximada de cómo se otorgan los prestigiados “premios del periodismo”? Entre bambalinas, esto se parece a las condecoraciones de la RDA, cuando en la República Democrática Alemana se premiaron los “Héroes del trabajo” por su respectiva labor de propaganda. Del periodista al propagandista hay tan sólo un paso. Cuando ustedes acaben de leer este libro, verán nuestros periódicos con otros ojos, dejarán de encender la televisión muchas más veces y sabrán lo que se pueden creer todavía de lo que oigan en la radio: casi nada. Ulfkotte nos relata minuciosamente qué cadenas/emisoras obedecen a qué credo político y cómo viene influenciado cada uno de los profesionales del periodismo. Por fin, se darán cuenta de cómo están siendo manipulados, sabiendo por quiénes y por qué. Y al final quedará claro que la pluralidad de opiniones tan sólo es un simulacro. Nuestros “noticieros”, con frecuencia, son un mero lavado de cerebro.


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Wahrheit: "La verdad, la primera víctima de la guerra". Autor viñeta: no tenemos más información que la firma que aparece. 


Periodista alemán: "La OTAN nos impone informar de todo menos de la verdad"
Fuente: publicado en RT, 19 de octubre de 2014.

La mayoría de los periodistas de los mayores y más reputados medios de comunicación de Alemania y otros países europeos están estrechamente vinculados a la Fundación Marshall y otros organismos transatlánticos asociados con la OTAN y EE.UU.

Así lo declaró en entrevistas concedidas al canal RT en inglés y al sitio web Russia Insider el periodista y ex-asesor del Gobierno federal de Alemania Udo Ulfkotte. Él fue parte del sistema de lo que ahora tacha de 'periodismo corrupto' durante su trabajo en el diario 'Frankfurter Allgemeine Zeitung', algo que reconoce y de lo que se arrepiente. 

Ulfkotte explicó cómo los periodistas se corrompen a través de los contactos 'exclusivos' que les ofrecen los servicios de Inteligencia locales, los emisarios de la Alianza Atlántica del Norte en su propio país o agentes del otro lado del océano. Todos los periodistas (no solo en Alemania, sino ante todo en el Reino Unido e Israel) están asociados de algún modo u otro con este organismo político-militar, señaló a ambos medios. 

"No te dicen que debas colaborar con la Alianza Atlántica –comenta–. Te invitan a visitar Estados Unidos. Te ofrecen contactos útiles no oficiales u oficiales que trabajan para la Agencia de Seguridad Nacional u otras agencias estadounidenses. Tú entablas amistades, ellos te hacen favores y tú haces favores, y esos hombres te lavan el cerebro"

Con los contactos obtenidos es mucho más cómodo practicar el periodismo, admitió el experto alemán. A este tema dedicó su libro 'Periodistas comprados' ('Gekaufte Journalisten').  

El propio Ulfkotte confiesa haber firmado con su nombre algunos artículos no solo inspirados en lo que le ofrecían 'en exclusiva' los servicios secretos, sino directamente redactados por los agentes y posteriormente publicados en los periódicos alemanes. Este fue el caso de un artículo sobre los hipotéticos planes de usar gases venenosos en Libia durante el gobierno de Muammar Gaddafi. El caso formó parte de una campaña mediática en 2011 y fue apoyado por varios periódicos tan populares como 'Allgemeine'. 

En cierto momento el periodista se sintió engañado, porque no podía reportar la verdad a sus lectores. Se detuvo para reflexionar sobre esa dependencia de las fuentes impuestas: "No puedo imaginar qué habría ocurrido si hubiera redactado un artículo pro-ruso. Nos adiestran a todos para que escribamos artículos pro-europeos y pro-estadounidenses", dijo. 

Alemania y otros países de Europa son "como una colonia" para EE.UU., que los trata como repúblicas bananeras, señaló a RT. "La mayoría de los alemanes no quieren que haya fuerza nuclear en el país, pero las ojivas nucleares estadounidenses siguen estando aquí", recordó. Y esa dependencia es especialmente cierta respecto al funcionamiento de los medios de información.

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Nota biográfica sobre Udo Ulfkotte. Una peculiar trayectoria.

Udo Ulfkotte cuando menos es un personaje con una trayectoria peculiar. 

Udo Ulfkotte. 
Foto: web de Udo Ulfkotte
Nació en Lippstadt (Alemania Occidental) en 1960. Estudió Derecho y C. Política en Friburgo y luego en Londres.  Se especializó en gestión de la seguridad, defensa contra el espionaje industrial, fusiones y adquisiciones, seguimiento de la competencia y en la observación de grupos terroristas islámicos y su entorno: un sugerente cóctel temático.

Fue asesor del gobierno de Kohl y tras doctorarse por la Universidad de Friburgo, comenzó a trabajar como especialista en política exterior para el Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ), del cual llegó a ser uno de los editores.  

Entre 1986 y 1998 vivió principalmente en países musulmanes (Irak, Irán, Afganistán, Arabia Saudita, Omán, Emiratos, Egipto, Jordania) y viajó en ese período por más de sesenta países.

Ulfkotte es miembro del Marshall Memorial Fund de EE.UU. Fue miembro del personal de planificación de la Fundación Konrad-Adenauer y recibió en 2005 el premio de la Fundación Annette Barthelt 2003. Fue Presidente de la Bundeskademie de Política de Seguridad.


Algunas referencias biográficas:

Comentario del blog sobre el autor.

Periodista de ideas conservadoras, posicionado con la derecha alemana, Ulfkotte se caracterizó por publicar libros y artículos a través de los cuales contribuyó a crear la atmósfera social islamofóbica y de miedo al llamado "peligro islámico", reforzando el mensaje de los EE.UU. como aliado natural de la UE y de la OTAN como imprescindible paraguas de "defensa". Su trayectoria incide con frecuencia en la idea del Islam como amenaza para Europa, llegando al extremo de considerar amenazante la existencia de musulmanes dentro de las fronteras comunitarias; es decir, estamos hablando de xenofobia y racismo.

Según Igor Ogorodnev, después de haber crecido en una familia cristiana, Ulfkotte se hizo ateo a los 21 años, aunque más tarde se convirtió al Islam mientras vivía en Afganistán. Posteriormente abandonó el Islam para reconvertirse al Cristianismo hasta el día de hoy. En su artículo "Go back to where you are happy – German author on immigration issue", Ogorodnev incide en esta contradicción y en cómo Ulfkotte en determinada etapa de su vida lleva su islamofobia hasta posiciones claramente racistas y propias de la extrema derecha. De esta forma, cuando en 2010 Angela Merkel anunciaba el fracaso del multiculturalismo en Alemania, Ulfkotte hacía declaraciones como (recogidas en el artículo citado):
"Lo que creo es que hay un lugar para los musulmanes en este mundo y por su cultura, tienen un lugar para vivir. Y hay un lugar para vivir para la cultura europea y occidental. Lo que no creo es que puedan vivir juntos en paz. Tenemos un choque no sólo de las civilizaciones y religiones; tenemos un choque de ideologías, como si estuviéramos en un enfrentamiento entre el comunismo y el capitalismo. Ahora tenemos un choque porque el Islam es también una ideología. Yo creo que el Islam no va a ganar la batalla".
Sobre la amenaza del aumento del Islam en Europa:
"Creo en lo que hemos hecho en los últimos tiempos. El pueblo se levantará y dirá: 'Estamos hartos, no queremos más' [musulmanes], y 'tratar de hacerlos retroceder'. Y eso va a ser violento. Pertenezco a Europa y a la cultura europea y los musulmanes pertenecen a los lugares de donde vinieron. Porque cada vez que le pido a la mayoría de los turcos con los que yo he hablado, y les pregunto, '¿Eres alemán o eres turco?'... Incluso si son de segunda o tercera generación, dicen: 'Yo soy turco'"
Por supuesto llegó a defender la idea de que los palestinos debían abandonar Palestina, en un claro guiño a los intereses de Israel. En esa etapa de mercenario mediático, Ulfkotte llega a alcanzar incluso niveles de suma estupidez y barbarie, como cuando habla del Islam y del incesto: 
"Nunca pude hablar públicamente, sobre todo en los medios de comunicación, sobre el incesto en la cultura islámica. Personas que son parientes, primos, se casan - y eso es común en Pakistán, común en Turquía, común en Marruecos - se casan y el incesto no es bueno, porque tendrán esquizofrenia, tienen enfermedades (...)".
Ulfkotte fue protagonista de la creación de Bürgerbewegung Pax-Europa e. V. (BPE), que surgió en 2008 de la fusión entre la asociación Pax Europa (fundada por él mismo un año antes) con la  Bundesverband der Bürgerbewegungen e. V. (Federación de Movimientos Ciudadanos, fundada en 2003). Esta organización nació con el propósito de "preservar" lo que ellos llaman "la cultura judeo-cristiana" en Alemania y Europa y contribuir a frenar lo que denominan "la islamización de Europa". Sobran las palabras... 

Después de todo lo anterior, no deja de ser sorprendente ese arrepentimiento mostrado por Ulfkotte, y que haya decidido denunciar cómo la CIA y fundaciones estadounidenses y la propia inteligencia alemana, están sobornando a periodistas para que escriban favorablemente a los intereses del atlantismo y en contra de sus enemigos. Las presiones llegan el extremo, según denuncia, de recibir los díscolos amenazas de perder el empleo o de materializarse tales amenazas, cuando se niegan a cooperar con la agenda pro-occidental.

Es una lástima que los medios hayan decidido ignorar (era de esperar) el affaire de Ulfkotte, porque -como ya os habréis dado cuenta- ha sido un pez gordo del periodismo político internacional y también un fino fontanero de las alcantarillas del Poder. Udo Ulfkotte ni ha sido ni es un cualquiera en el oficio.

No obstante se impone la prudencia con Udo Ulfkotte teniendo en cuenta sus antecedentes e historial. Como comentaba nuestra compañera Gabi en conversación personal, el mensaje es válido y convincente, pero el mensajero despierta dudas. Precisamente uno de los sitios que ha cargado contra este autor, es la web antifascista alemana Antifaschistisches Blatt, que de paso también siembra dudas sobre la editorial KOPP-Verlag en la que Ulfkotte publicó el libro.

Concluyendo: mensaje válido y dudas sobre el mensajero: ¿un arrepentido sincero o quizás... no haya puesto todas las cartas boca arriba? El tiempo nos sacará de dudas.

Algunas entrevistas:



lunes, 20 de octubre de 2014

¿Hay razones fundadas para el pesimismo? Ideología, masa social y dominación política.



Imágenes: todas las imágenes de esta entrada son obras de Tetsuya Ishida (véase nota al final).


¿Crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos?
–¿Cómo –dijo–, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas?
Platón, La República, Libro VII (mito de la caverna)



¿Conocéis a muchos que se planteen por qué una corrupción que es sistémica, innata, crónica... en el capitalismo, corrupción cuyo formato actual llevamos viendo más de tres décadas (al menos, los que hemos querido verla), es destapada de manera "selectiva" por el aparato judicial y colocada incisivamente por los medios de comunicación -controlados por el capital- en el punto de mira de la opinión pública, justo cuando el sistema entra en un período acelerado de reformas estructurales devastadoras para el futuro de los trabajadores? Yo al menos conozco a muy pocos que se planteen tal interrogante. Quizás seamos unos locos que se hacen preguntas raras... 


*  *  *

Confieso una insana tendencia al pesimismo, que toma la apariencia más suave de escepticismo en los días buenos. Llega a ser un estado de conciencia casi permanente que entraña riesgos: siempre es un tentador y peligroso puente hacia el desierto del nihilismo (¿es una forma de suicidio moral el nihilismo?). Pero aun reconociendo tal inclinación personal, me pregunto si existe una base objetivable para sustentar este sentimiento. Es decir, ¿se puede (puedo) racionalizar el pesimismo, concretarlo en realidades tangibles?

Sostengo que, a pesar de lo que ha supuesto la crisis sistémica, y a pesar de lo que todavía queda por delante y del lúgubre objetivo final de la transición que opera en el sistema capitalista (¡qué poco se habla de ello!), lo cierto es que no se han producido cambios sustanciales en la estructura ideológica básica de la sociedad española. La ideología dominante, base de la dominación política, mantiene todo su vigor, sin que se haya originado un incremento sustancial de la masa crítica. Y es en esto donde toma cuerpo mi pesimismo objetivable

Sin duda, muchos confundirán el cambio ideológico con otra cosa distinta. Por ejemplo... Habrá quien argumente que si el PP pierde voto (aunque las últimas encuestas publicadas por PRISA, parecen sacadas de una revista de humor); que el PSOE también pierde base electoral (aunque creo que muchos se han precipitado al enterrar demasiado pronto al PSOE); que si la aparición de Podemos (paradigma de la política espectáculo y de la vacuidad ideológica) y de otros partidos; que si la existencia (muy sobrevalorada) de mareas ciudadanas de todos los colorines y de otro tipo de movilizaciones; que si la gente está muy indignada... ¡Vale..! Pero todo eso y otros hechos que cabría mencionar, ¿suponen un cambio real en la estructura ideológica de la masa social? Esta es la pregunta que debemos hacernos. Quizás para muchos sí, pero me planteo si acaso estos no confunden, por ejemplo, movilización y protesta con cambio ideológico: son aspectos que necesariamente no tienen por qué ir unidos; lo primero puede tener lugar sin lo segundo (la lucha de clases puede darse incluso dentro de parámetros de alienación ideológica).

Los aspectos mencionados no dejan de ser circunstanciales, por mucho que focalicen la atención cotidiana. Lo verdaderamente relevante es saber si se ha producido o no un incremento significativo de la masa crítica, entendiendo por tal aquella que adopta una posición ideológica contraria al capitalismo, un convencimiento de que no hay salida dentro del mismo, una conciencia que expresa el deseo de superarlo, un anhelo colectivo de utopía socialista... En definitiva, una desconexión de las cadenas mentales con las que la ideología dominante nos mantiene en un estado permanente de domesticación. ¿Se ha producido realmente ese incremento? Por supuesto, algo sí, pero poco, muy poco para todo lo que está cayendo. Y tal como están las cosas, no parece que en un futuro inmediato se vaya a producir un incremento deseado (al contrario, la aparición de Podemos ha supuesto un freno contundente a la posibilidad de un giro ideológico en la masa social).




El vigor y la fuerza del capitalismo se expresa en diferentes dimensiones. Se puede hablar del todopoderoso brazo armado que se concreta en ejércitos, en la OTAN, etc., junto con todo el aparato represivo de los estados. Se podría hablar del gran hermano que a todos nos controla a través de las agencias de inteligencia (curioso eufemismo). Se puede hablar del control institucional ejercido por los poderes fácticos. Podemos hablar de los largos tentáculos del capital que llegan a todas partes… Pero la mayor fuerza del capitalismo dudo que sea alguna de estas dimensiones anteriores. La mayor fuerza es su ideología, apenas cuestionada

Tal es la fuerza ideológica del capitalismo, que ha conseguido “naturalizarse”, tomar la apariencia de sistema natural y, por consiguiente, no cuestionable. Las ideas arraigadas de que fuera del capitalismo no existe vida y que el capitalismo es "lo natural", dibujan un mapa cognitivo que funcionalmente actúa de blindaje sistémico. Y es que en tanto que la barbarie se naturaliza, resulta muy difícil cuestionarla en el terreno ideológico. 

Y dado que es evidente  -hasta para el tonto del pueblo- que las cosas no funcionan, la propia ideología dominante necesita generar y genera explicaciones oportunas que tienen en común proteger y garantizar la invulnerabilidad del sistema. Dos ejemplos de discursos cuyo objeto es esta protección ideológica del capitalismo:
  • Ejemplo A. Se recurre a los políticos para culpabilizarlos de todos los males, en lugar de dirigir la atención a la clase burguesa que pose el capital y que marca las pautas de la vida política. Asumida la premisa como dogma de fe y también como disolvente de la lucha de clases, la solución ofrecida pasa por unos políticos aparentemente nuevos (Podemos), no "contaminados" por lo existente y con un supuesto himen político intacto. Al final lo que acabamos teniendo es un cambio en la figura del capataz del cortijo. Un bucle que renueva el sistema (gatopardismo).
  • Ejemplo B. Se recurre a dotar de nuevos significados términos que tienen sentido a priori. Es el caso del término neoliberalismo. Las hegemonía de políticas neoliberales corresponde con la fase actual por la que atraviesa el modo de producción capitalista. Pero tales políticas se nos presentan desde posturas pseudo críticas como una patología del sistema, como si fuese algo distinto del capitalismo: "hay que acabar con el capitalismo neoliberal", escuché decir muchas veces. Hoy mismo, decía un tuitero al que sigo: "Neoliberalismo responsable que el 33% de la población mundial sea pobre. Su objetivo es tener ganancias sin importar como". Es decir, el capitalismo en sí no sería malo; lo que sería malo es el capitalismo neoliberal; realmente al capitalismo ni se le nombra. El mensaje ideológico de fondo (subliminal a veces, explícito otras) es que existe un capitalismo bueno, distinto del neoliberalismo, aquel que se rebautizaba con etiquetas rebosantes de eufemismo tales como "economía social de mercado" y otras. 
Ejemplos así, lo que nos muestran es esa naturalización del capitalismo que mencionaba. Su vigor como retórica de dominación política, no ha disminuido significativamente en la ideología de las masas. El cambio ha sido escaso y ahí las razones para el pesimismo.




Cuando la crisis sistémica comenzó a mostrarse sin disfraces, algunos de mis conocidos aventuraban una etapa de cambio en beneficio de la izquierda real. Consideraban que en la medida en que el capitalismo mostraba su rostro más duro, necesariamente se incrementaría la conciencia de clase y, por consiguiente, la voluntad social de apoyar a aquellas opciones políticas que defendieran un modelo socialista como ideal, aunque fuese a través de prolongadas y largas transiciones. Pero ya en aquellos momentos mostré mi escepticismo, alegando que en ausencia de una nítida conciencia de clase por parte de los trabajadores -lo que supone incapacidad para comprender las causas de la crisis sistémica, lo cual determina la respuesta política-, resultaba más factible que la indignación social -una vez alcanzado determinado umbral- tomase el camino de opciones populistas y/o neofascistas en lugar del camino contrario (el de las opciones que apuestan por una sociedad socialista). Esas que mal llamamos "clases medias" (término conceptualmente odioso), nutren al fascismo en los tiempos difíciles, cuando su aburguesado nivel de vida se ve amenazado. 

Bueno..., de momento en España una parte de esa indignación social está apostando por el populismo de Podemos, aunque en otros países hayan sido los neofascistas quienes han sabido sacar partido de la situación. El caso es que, en líneas generales, el crecimiento de la izquierda ideológica ha sido en todas partes más bien anecdótico, raquítico, pese a la crisis sistémica.

Aunque supongo que muchos se me echarán encima por mis palabras, no acabo de ver un cambio ideológico sustancial en nuestro país. Por mucho que haya gente que se manifieste, se concentre, proteste..., exactamente ¿qué quieren, ¿a qué aspiran? Son interrogantes que exigen respuestas en nuestra reflexión. Si somos honestos, tendremos que reconocer que la mayoría de esos indignados lo que quieren es volver a conectarse a Matrix, y olvidar todo como si hubiera sido una pesadilla; lo que la mayoría de la gente desea (ese pueblo tan alabado por los pescadores de votos y trileros del ninismo), es regresar al capitalismo feliz anterior a la crisis sistémica

Pensemos que una buena parte de los actuales indignados, que despotrican contra la mal llamada clase política, y que reclaman caras y partidos nuevos como si en ello estuviese la solución, han estado sistemáticamente apoyando el status quo durante tres décadas, en especial al PSOE. Abrazaron el capitalismo feliz que el PSOE vendió durante años, y apoyando ahora a opciones como Podemos, en el fondo lo que desean es volver a esa imposible e inexistente Arcadia capitalista. No hubo una transformación ideológica profunda en esa masa. Quizás tan siquiera llegó a producirse esa transformación en la Transición; después de todo, el franquismo duró lo que duró, mal que nos pese, porque en este país no hubo suficiente masa crítica durante la dictadura. Y después... tampoco. Con la victoria del fascismo en 1939, dio comienzo una larga noche de piedra, como diría el poeta gallego Celso Emilio Ferreiro. Seguimos en ella.

¿Qué hacer? Bueno, eso es otra historia distinta. Al respecto, ya me pronuncié en diferentes entradas, la última vez en "El micrófono y el público. La izquierda frente al muro de la dominación ideológica". También recomiendo la lectura de un artículo de Marat, un texto duro pero que merece la pena leer para un debate a fondo sobre la guerra ideológica que mantiene la izquierda, en la que suma derrota tras derrota: "Mirando a unas izquierdas desorientadas, acobardadas y agonizantes", en su blog Asaltar los cielos; me permito remitiros a una lectura sosegada del texto de Marat, en cuya parte final el autor expone sugerencias y propuestas para la acción que son muy de tener en cuenta.

Así que... ¿la botella medio llena o media vacía? Yo más bien me preguntaría si la botella tiene algo de líquido. Sin duda... algo sí.

Apostilla final.
No mal interpretes esta entrada confundiendo pesimismo con derrotismo. La conciencia forma la primera y la última línea de la resistencia. Una cosa es tener los pies sobre el suelo y otra muy distinta claudicar. Esto último, ¡jamás!



blog del viejo topo


Imágenes de esta entrada.
Son obras del artista surrealista japonés Tetsuya Ishida, nacido en 1973 y fallecido a los 31 años en 2005, en un accidente que posiblemente se trató de un suicidio. Tetsuya Ishida plasma una visión pesimista de la sociedad en sus obras, en las que nos presenta a las personas como sujetos alienados, intercambiables unos por otros, carentes de vida, autómatas... Su obra es una visión crítica del Japón actual, de su sistema educativo, del consumismo, de la deshumanización y alienación del trabajo, del trabajador convertido en mercancía o transformado en una especie de máquina o en una prolongación de ésta. Merece la pena conocer su obra, así que os brindo un enlace para quienes deseen comenzar a saber algo sobre quién fue este maestro del surrealismo japonés: "Tetsuya Ishida: una perturbadora visión de Japón"